El segundo septenio (de 7 a 14 años) es una etapa de desarrollo marcada por un profundo crecimiento emocional, social y cognitivo. En su último tramo, entre los 12 y los 14 años, los niños comienzan a experimentar cambios significativos en su percepción del mundo y en su relación consigo mismos. Este periodo es clave en su camino hacia la individualidad y la autonomía, y en la Pedagogía Waldorf, se acompaña con actividades que fomentan su desarrollo integral.
El Adolescente y la Búsqueda de Identidad
Entre los 12 y los 14 años, los estudiantes comienzan a explorar preguntas más profundas sobre quiénes son y cuál es su lugar en el mundo. Esta búsqueda de identidad va de la mano con la llegada de la pubertad, un periodo en el que surgen cambios físicos, emocionales y cognitivos.
En esta etapa, es esencial proporcionarles un entorno educativo que:
- Fomente el pensamiento crítico y la reflexión: Los adolescentes buscan entender las causas y consecuencias de los fenómenos que observan, tanto en la naturaleza como en la sociedad.
- Apoye su desarrollo emocional: Diferenciar el pensamiento de la emoción es clave para que puedan construir una base sólida para sus decisiones futuras.
- Equilibre el trabajo grupal y la individualidad: Actividades como proyectos artísticos, investigaciones científicas o prácticas sociales refuerzan su sentido de pertenencia mientras desarrollan su autonomía.
El Papel del Arte y el Movimiento
El arte y el movimiento tienen un papel crucial en la última etapa del segundo septenio. A través de disciplinas como la euritmia, la música y las artes plásticas, los adolescentes no solo expresan sus emociones, sino que también desarrollan habilidades como la concentración, la coordinación y el trabajo en equipo.
Ejemplos de actividades:
- Representaciones teatrales que les permitan explorar diferentes roles y perspectivas.
- Proyectos de arte colaborativo que refuercen la creatividad y la comunicación.
- Ejercicios de euritmia que equilibren su energía física y emocional.
El Desarrollo Social y Comunitario
En este periodo, los adolescentes también empiezan a tomar conciencia de su responsabilidad dentro de la comunidad. Es el momento ideal para introducir actividades que los conecten con el entorno social y natural, como:
- Proyectos de servicio comunitario: Colaborar en iniciativas que beneficien a otros.
- Trabajo en la naturaleza: Cuidado del medioambiente a través de huertos, reforestaciones u otros proyectos al aire libre.
- Debates y discusiones grupales: Analizar temas actuales desde distintas perspectivas, fomentando el respeto y la empatía.
Preparándolos para la Próxima Etapa
La última etapa del segundo septenio no solo es un cierre importante, sino también una preparación para el inicio del tercer septenio, donde los adolescentes entran en contacto más directo con su individualidad y las responsabilidades de la vida adulta.
La educación Waldorf, al enfocarse en el equilibrio entre pensamiento, sentimiento y voluntad, les brinda herramientas para enfrentar los desafíos con confianza, creatividad y sentido de propósito.
Conclusión
En la Escuela Rafael, trabajamos para que los estudiantes de esta etapa desarrollen no solo habilidades académicas, sino también valores y competencias emocionales que los preparen para el mundo. Nuestro objetivo es acompañarlos en su búsqueda de identidad, apoyándolos para que descubran quiénes son y cómo pueden contribuir positivamente a su entorno.